¿Cómo influye el procesamiento de alimentos y la industria de la comida rápida en el estado de bienestar y la salud del sistema nervioso entérico?
El sistema digestivo ahora es conocido como el sistema nervioso entérico ya que cuenta con una cantidad de neurotransmisores comparable a la del cerebro. Es imperativo cuidar de este sistema seleccionando el tipo de alimentos que producen un beneficio para el cuerpo en vez de alimentos que contribuyen al deterioro de la salud. La ingestión de alimentos procesados, endulzantes artificiales, aditivos, conservantes, saborizantes, colorantes artificiales y sobre todo el uso indiscriminado del azúcar han contribuido considerablemente al establecimiento de enfermedades de tipo crónico degenerativo como lo es la diabetes mielitus, la osteoporosis y la obesidad morbida. La industria de la comida rápida, de los alimentos enlatados y congelados, juegan actualmente un papel importante en el estilo de vida de muchas personas, y esto es detrimental para el sistema nervioso entérico. Además, el texto sugiere que existen tres condiciones fisiológicas e inmunológicas que resultan del consumo indiscriminado de alimentos procesados que afectan nuestro estado de bienestar. Estas son: la sensibilidad, la intolerancia y la reacción alérgica. Las alergias tienen implicaciones inmunológicas, vía la producción de anticuerpos o inmunoglobulinas y sustancias que inducen el proceso inflamatorio tales como la histamina. El sistema que más se ve afectado con esto es el sistema nervioso entérico, particularmente el intestino. Por lo tanto, se podría inferir que el procesamiento de alimentos y la industria de la comida rápida podrían contribuir al deterioro del estado de bienestar y la salud del sistema nervioso entérico al promover el consumo de alimentos procesados y azúcares, que pueden causar enfermedades crónicas como la diabetes, la osteoporosis y la obesidad, y al aumentar la sensibilidad, intolerancia y reacciones alérgicas que pueden afectar el sistema nervioso entérico. Para prevenir o tratar estos efectos negativos, se podrían implementar estrategias que incluyan reducir el consumo de alimentos procesados y azúcares, mejorar la nutrición y abordar los factores intrínsecos y extrínsecos que interfieren.